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Migración de la Modalidad Análoga de Transmisión a la Modalidad Digital en la Radiodifusión Chilena.
Date Issued
2007-12
Author(s)
Rojo Sepúlveda, Enrique
Universidad Adventista de Chile
Abstract
La radiodifusión como concepto, existe casi sin cambios desde los comienzos de la
industria, el tipo de contenidos ha cambiado en forma permanente de la mano de las
posibilidades tecnológicas y no es extraño, de vez en cuando, escuchar antiguos
programas, remozados, gracias a la tecnología disponible. La aparición de los
programas emitidos en la banda de FM en estéreo en los años 50’ significó una
revolución absoluta y ya se habló en aquella época de la muerte de la señal AM.
Técnicamente se ha caracterizado por la integración de diversos soportes que
permiten la puesta en el aire del sonido proveniente de diferentes fuentes de audio.
Esto se mantuvo hasta mediados de los años ochenta, periodo en que hace su
aparición un nuevo soporte, que sería el comienzo de otra revolución y que obligaría
a la industria a plantearse una nueva forma de hacer radio. La introducción del
“Compac Disc”, significó un sonido cristalino, con ausencia de ruidos propios y la
promesa de una larga vida a los discos, que estaban grabados con una nueva
tecnología que evitaba el contacto físico entre el elemento lector y el leído.
Desde aquella época hasta ahora, las cosas han cambiado mucho, la facilidad que
otorga utilizar un PC y un programa de compresión, permite adecuar la fuente a los
nuevos soportes. Aún cuando parte de la generación del sonido de una radioemisora
sigue siendo análogo (por ejemplo el micrófono), la música y el texto publicitario han
entrado a una etapa en que el audio se ha convertido en un archivo digital, es decir
se ha generado un proceso de “traducción” del audio análogo a un audio digital, pero
solo en términos de proceso o transporte, no debemos perder de vista que a pesar
de todo, al final de la cadena, está el oído humano que no es capaz de oír sonidos
digitales, por lo tanto nuevamente es necesaria esta “traducción”.
Y ahora, en pleno Siglo 21, nuevamente estamos a las puertas de una revolución, la
necesidad de nuevas frecuencias en un espectro colapsado, ha obligado a pensar en
la necesidad de readecuarse a las nuevas tecnologías disponibles y es así que se
plantea la posibilidad de cambiar la modalidad de transmisión análoga en la
radiodifusión a un esquema digital, que permitirá una nueva forma de hacer radio
integrando nuevos servicios, nuevas propuestas para el consumidor y dará nuevos desafíos profesionales a los técnicos de la industria.
industria, el tipo de contenidos ha cambiado en forma permanente de la mano de las
posibilidades tecnológicas y no es extraño, de vez en cuando, escuchar antiguos
programas, remozados, gracias a la tecnología disponible. La aparición de los
programas emitidos en la banda de FM en estéreo en los años 50’ significó una
revolución absoluta y ya se habló en aquella época de la muerte de la señal AM.
Técnicamente se ha caracterizado por la integración de diversos soportes que
permiten la puesta en el aire del sonido proveniente de diferentes fuentes de audio.
Esto se mantuvo hasta mediados de los años ochenta, periodo en que hace su
aparición un nuevo soporte, que sería el comienzo de otra revolución y que obligaría
a la industria a plantearse una nueva forma de hacer radio. La introducción del
“Compac Disc”, significó un sonido cristalino, con ausencia de ruidos propios y la
promesa de una larga vida a los discos, que estaban grabados con una nueva
tecnología que evitaba el contacto físico entre el elemento lector y el leído.
Desde aquella época hasta ahora, las cosas han cambiado mucho, la facilidad que
otorga utilizar un PC y un programa de compresión, permite adecuar la fuente a los
nuevos soportes. Aún cuando parte de la generación del sonido de una radioemisora
sigue siendo análogo (por ejemplo el micrófono), la música y el texto publicitario han
entrado a una etapa en que el audio se ha convertido en un archivo digital, es decir
se ha generado un proceso de “traducción” del audio análogo a un audio digital, pero
solo en términos de proceso o transporte, no debemos perder de vista que a pesar
de todo, al final de la cadena, está el oído humano que no es capaz de oír sonidos
digitales, por lo tanto nuevamente es necesaria esta “traducción”.
Y ahora, en pleno Siglo 21, nuevamente estamos a las puertas de una revolución, la
necesidad de nuevas frecuencias en un espectro colapsado, ha obligado a pensar en
la necesidad de readecuarse a las nuevas tecnologías disponibles y es así que se
plantea la posibilidad de cambiar la modalidad de transmisión análoga en la
radiodifusión a un esquema digital, que permitirá una nueva forma de hacer radio
integrando nuevos servicios, nuevas propuestas para el consumidor y dará nuevos desafíos profesionales a los técnicos de la industria.